La palabra es el mejor invento del hombre, el segundo es hacerlo impreso, la idea mas elemental puede tener tantas direcciones que encontrarla con una palabra puede llevarte en otra direccion, como un camino a la felicidad o a la desesperacion, en el primer invento los hombres sabios y no precisamente los que leyeron mucho sino que aplicaron la lengua en sus habitos cotidianos encontraron que las inflexiones de voz, el tono en que dirigias frases, pueden ser grandes alicientes, no olvidemos a nuestro buen Hitler, movio montañas con las palabras adecuadas, explotando el sentimiento, aclarar que de buen es solo un apelativo sin animos de sentir simpatia, ya por lo demas dire que para ejemplos concretos el caso de una pareja, nucleo esencial de una sociedad, las palabras dictan muchas cosas, acompañadas de movimientos corporales claro esta, la forma en que una mujer diga no a su pareja puede ser el inicio de una noche de pasion o de una noche de discusiones, claro que en esto no hay solo uno, sino dos personas, pero la palabra es la tercera acompañante, esto se puede aplicar a cualquier situacion, la segunda invencion es cuando se puso en papel, o en cualquier medio en que pueda ser leido, ya que la letra estimula, crea, es un ejercicio de la mente, fascina, permite crear mundos, manipular ideas, dirigarlas al lugar indicado, formar hombres y mujeres, soñar, multitud de cosas, solo con saber escribir la palabra precisa, la que mueva el sentimiento, eso es algo que no tiene comparacion, en esta epoca en que se supone que el icono mueve, si no tienes imagen no eres nada, creo que es falso o una verdad a medias, esa imagen no puede existir sin palabras, sin la persona que diga que quiere x marca que vio, tiene que pronunciarlas, tiene que expresar que comercial le gusto, por que le gusta x perfume, y zapato, x revista, todo se tiene que expresar con palabras, incluso el amor, para llegar a ese apartado en que los enamorados dijeron: t"odo se dio sin palabras, eramos uno solo", en ese estado de pasion, en que la telepatia entro, tuvo que haber algo, ese algo fueron las palabras, dictadas con una buena sonrisa, un asentimiento de cabeza que expresaba que estabamos en sintonia o como decimos los filosofos, estar en onda.
asi que si estamos en la perfecta conduccion de ideas, escribamos para hacer sentir al otro lo que tenemos o en otro caso decirlo