miércoles, enero 28, 2004

Bueno, es otro dia desde la valla, observando como las nubes vienen desde el oeste, negras y pesadas se mueven con rapidez a traves de mi ciudad, llega la noche y me quedo en un pequeño vacio, abro la puerta, observo mi casa y no se que decir, un viaje desde la nada no es un seguro abrigador para la consciencia.
Acostumbrado a las noticias frescas me quedo viendo el mundo venir desde su guarida y yo impasible me rasco la cabeza, creyendome la lampara de Aladino, mas no hay deseos, solo el viento que cruza las rendijas de la ventana de mi cuarto, y la puerta que rechina al darse de topes con el marco.
Me he acostumbrado al silencio, al no escuchar nada y no esperar que algo inimaginable cruze mi destino, quizas en alguna ocasion me las di de arquitecto, construyendo novedades, perfectos circulos donde dar vueltas mientras el dia llegaba a su fin, no hay nada honroso en ver al mundo caerse a pedazos y pensar en la nada o en este inmundo post que quiere decir que a veces me harto de la vida, aunque pensandolo bien, no es inmundo es divertido, decir lo que quieres, sin tener que darle cuentas a alguien.
Lei por ahi que este es una perfecta forma para expresarse, yo mas bien diria que es un buen ejercicio de construir laberintos, aquellos donde perdemos la consciencia, el buen gusto de saberse libre en un corredor llamado vida, no hay formas posibles de saltar, tambien podria ser un temor a la vida, a lo real, a lo que temes decir de frente y te encanta decir en frases construidas tan bellamente que te crees lo que dices. el primer enunciado de una mentira es hacerla verdad ante tus ojos.