viernes, julio 16, 2004

Si repito tu nombre...
Escuchaba una cancion y la tristeza me embargo, como el recuerdo que me asalta a medianoche, porque es la hora magica en que puedo encontrarte, mientras escribia esto tuve que hacer acopio de la memoria a largo plazo, encontrar tu e-mail, te imaginas?, casi olvido donde tengo que enviar mis plegarias, como olvidar a Dios, aunque a veces eso sea posible, a veces se hace mas el vacio como dice la cancion que escucho, entre mano y mano te desvaneces, lentamente como las palabras que escribes al atardecer en la playa, la marea las elimina poco a poco, y cuando cae la noche te encuentras solo viendo a la luna pensando en que lo fantastico que viste en el dia solo fue una fantasia, hoy te veo como la fantasia, como la Tregua que decia Benedetti, solo un fragmento de tiempo que no embonaba, y cuando te dabas cuenta todo habia terminado, como el sueño dulce que adoraste un par de horas, y al levantarte te daba la frustracion de que la realidad estaba perdida, que mas que perdida nunca existio, y tú, solo eres una ilusion por lo que esta misma forma de encontrarnos nos deja como virtuales, hoy Erick me dio un mail que la ultima frase me gusto como firma, me llego muy dentro, te volviste un mito segun él para mí, yo no quiero acordarme de tí, yo quiero estar contigo que es muy diferente, y si me acuerdo sería contigo, pero eso ya no me compete, eso es la historia que me tienes que decir, y ojala que este mail no sea solo un mensaje sin respuesta, porque igual lo puede ser, decia yo que no te volveria escribir, una forma de que me extrañaras pero entendi que eso no sirve, te olvidan y te vuelves un recuerdo que puede asaltar a las ocho de la mañana y diez minutos despues te olvidas, yo no quiero que tú seas un recuerdo en mi vida, ni yo ser uno, porque yo soy mas facil de olvidar, sabes, me siento fatalista, ja!, pero no importa
la verdad es que te extraño y lo que siento es que nos olvidemos o nos volvamos unos extraños.
Te quiero
Mar, tu no eres un mito como dice Erick, eres una realidad que no llega a ser real, pero como deseo que lo sea.


En el Mar como en la mujer, pocos naufragan en la noche, todos al amanecer.